La fila de la escuela primaria engaña. La ginecea portadora de tacos lo aprendió rápidamente a mitad de la secundaria, cuando de golpe, y a pesar de que ya no había que formar, se dio cuenta de que los pibitos que siempre estaban allá adelante, ahora le sacaban mínimo una cabeza.
De los cumpleaños de quince se llevó la imprensión de que, cuando una tiene que militar el cachengue (véase militar el cachengue)
las medias de nylon se rompen al contacto con el piso y todo lo que
está esparcido sobre él. Y las medias de nylon buenas son caras.
Al principio no le importó, y siguió en alpargatas: en planta baja, cómoda. Pero cuando la ginecea dejó la escuela y entró en el mercado laboral, reconoció lo difícil que es encontrar zapatos de planta baja que combinen bien con determinados atuendos.
Al principio no le importó, y siguió en alpargatas: en planta baja, cómoda. Pero cuando la ginecea dejó la escuela y entró en el mercado laboral, reconoció lo difícil que es encontrar zapatos de planta baja que combinen bien con determinados atuendos.
Y aprendió, por sobre todo, que con los tacos podía hacer que la gente no se diera cuenta de sus piernas cortitas, de su tamaño cortito.Y sonrió la primera vez que escuchó el comentario "pero vos no sos bajita" (porque la verdadera portadora de tacos está, casi siempre, unos 8 centímetros por encima de su estatura).
Entonces, la ginecea portadora de tacos, se resignó y se amigó con la planta alta. Tanto que ya no importa si su medio de transporte favorito es la bicicleta porque, aunque no es holandesa, encastra el glamour y el pedaleo sin mayores dificultades; tampoco importa si el plan para el sábado es un día de miniturismo en los lodazales del Delta, porque ella guarda para sí un as bajo la manga: plataformas que la aíslan del barro mejor que un par de botas de goma... aunque nadie se lo crea y la acusen de coqueta por demás, de minita (véase minita). Y la playa no es problema desde que la ginecea da zancadas en ojotas con un considerable realce de goma eva.
Los tacos (es difícil explicarlo) le permiten llevar consigo todo el día esa leve sensación de triunfo que una siente, por ejemplo, cuando se para arriba de una silla. Como una catedral gótica, se eleva para estar más lejos de la tierra, humilde, mundana y más cerca del cielo, del sol, de los pterodáctilos (véase dinosaurio) y de Dios.
Los tacos (es difícil explicarlo) le permiten llevar consigo todo el día esa leve sensación de triunfo que una siente, por ejemplo, cuando se para arriba de una silla. Como una catedral gótica, se eleva para estar más lejos de la tierra, humilde, mundana y más cerca del cielo, del sol, de los pterodáctilos (véase dinosaurio) y de Dios.
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