Talita


Personaje femenino de Rayuela (Cortázar, Julio,  1963,  varias ediciones)

Del lado de acá, Talita. Talita color verde yerba mate. Talita con el ocre grisáceo del Río de la Plata y de la mirada de Traveler. Talita anudada a su Traveler color nostalgia. Talita y Horacio y Traveler y Gekrepten. Talita trigonométrica. Medio, puente, yerba y clavos. Talita pasamanos. Pasaviento. Pasamontañas. Talita que en la soledad de la nada se trastoca con ella. Y teme. Y trasmuta y revive. Talita que trae. Talita parte. Que tiene viaje y Traveler y vida-que-agarré-de-la-cornamenta-y-no-dejo-escapar. Que tiene lugar y luz propia. Talita no satélite. Talita Manú. Talita que no duerme y que duerme y sueña con un museo y con que la vida.
Del lado de allá, la Maga y sus polleras con color. La Maga y su triste inocencia. La Maga con los ojos negros de ingenuidad y partida y silencio. La Maga y Horacio y París y Pola. Con el amor y el abrazo fraternal, de los abrazos compasivos y tal vez comprensivos. Boinas, cigarrillos, reuniones del Club y un París más personaje que París. La Maga desprendimiento de Nadja. La Maga germen de Breton. La Maga toda. Porque Oliveira la cuida, la quiere, la acompaña. Porque la ingenua naïf tiene esa bohemia implícita de vida-que-corre-y-no-la-alcanzo. Pero Pola. Pola oleaje y fantasía. Pola escaparate, soga, vacío. Del lado de allá, la soledad y el derrumbe.

La Maga, sin embargo y a nuestro pesar (véase minita), es un personaje regido por el marketing.
Está creada para ser a primeras vistas adorable. Y los lectores, adolescentes y desprevenidos lectores hembra, la adoran. 
¿Porque está en París, porque es bohemia y porque Horacio la elige a pesar de?
¿Porque no es absorbente, ni autopensante, ni realmente inteligente?
¿Porque adora y acepta e idolatra sin sacudirse?

Las Talitas han experimentado, incluso sufrido, esta selección absurda. Los hombres, en general, también eligen ese tipo de mujeres. Se rigen por las leyes del marketing y del facilismo menos pensante.
Ellas son las adoradas. Ellas son las buscadas. Los hombres parecieran morir por la pseudo inocencia de las Magas. Las Talitas son buenas amigas (véase novia de tu amigo), son compinches, pero no son, de buenas a primeras, la elegida.

Me corrijo, sin embargo: los hombres mueren por las Talitas, pero les tienen miedo. No creen poder llegar a una Talita. Son contados los casos de los hombres que se animan a una mujer que los puede llegar a dejar en silencio por un rato. Las mujeres autopensantes no son la primera elección.
Las Magas tienen ese costado naïf que los arrastra, irremediablemente.
Y ellas, irremediablemente Talitas, serán la "interesante", la "copada", la "sos demasiado mina para mí". Las Talitas sufrirán al fóbico, padecerán el Síndrome de Laura Pausini y serán expertas en el TEG del amor, en el mejor de los casos.
Ser una mina centrada, inteligente, enfocada en una pasión, creativa o una minita más del montón.

Sencillamente, ser una tremenda mina como Talita, o ser puro bombo publicitario, como La Maga.

- Los hombres vemos Sex and the city porque el 80 % de las mujeres se rige según esas reglas. Y necesitamos entenderlas.
- Pero, ¿qué nos queda al 20 % restante?
- Son más interesantes, pero son la minoría.

Por suerte, siguen habiendo Talitas que defienden el lugar que nos merecemos.

2 comentarios:

  1. yo todavía conservo cierta esperanza en conquistar a una talita,

    mientras tanto me dejo llevar por sendas magas...

    típico.

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  2. Lo jodido es sentirte Gekrepten. Ahí sí estás en el horno.

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