Marxiano


Sust. masc. (derivado de marciano o de marxista, según quién lo diga)
A modo de ejemplo, reproducimos a continuación un intercambio prototípico entre un marxiano (M) y una persona promedio de clase media, urbana y medio progre  (PPCMUMP) de la humanidad terrestre:


PPCMUMP: Vení, quedate, estamos haciendo una movida.
M: ¿Posta? ¿Por qué?
PPCMUMP: Porque el chabón tomó un texto que no dio, estamos viendo qué escribimos en una nota, para denunciarlo o algo, porque es cualquiera.
M: Si, la Crisis Mundial y la inminente caída del Capitalismo son la causa de los desastres económicos y sociales, pero la Clase Burguesa garantiza su subsistencia  y hace que la Crisis recaiga siempre sobre los Trabajadores.
PPCMUMP: Si es verdad... ¿Pero qué tiene que ver?
M: ¿Cómo qué tiene que ver? Desaprobar a cientos de Estudiantes es uno de los Mecanismos Expulsivos que hacen que los Trabajadores, que tienen menos estabilidad y menos posibilidades de sostener los estudios, terminen abandonando por sus frustraciones sostenidas, y…..
PPCMUMP: Listo,  compañeros. ¿Entonces exigimos recuperatorio para todos?
M: ¡¡Es insuficiente!! Yo creo que esta Lucha está vinculada a muchas otras del Movimiento Estudiantil, que se está organizando ante la Debacle Capitalista Mundial, por lo que propongo agregar: “Viva la unidad del Movimiento Estudiantil Internacional, arriba los Trabajadores, que la Crisis la paguen los Capitalistas”.
PPCMUMP: No.
M: ¡Esa consigna no unifica a las Masas! ¡Es una consigna burguesa!


Como habrán visto, el marxiano, antes que nada, es un incomprendido. Pero la incomprensión que sufre, por parte de las PPCMUMP, que son las únicas personas que ha visto, se debe a que es un marciano de tipo particular. Como los marcianos, el marxiano viene de otro planeta; sin embargo, no lo acepta. El marxiano sabe de su condición extra-terrestre, pero insiste en negarlo y hace muchos esfuerzos por pasar desapercibido. Aunque el marxiano sabe muchísimo de su planeta, donde el capitalismo es sencillo y lineal, sus conocimientos suelen ser poco operativos para la Tierra, donde el capitalismo no es sencillo, y mucho menos lineal.
Como en Hombres de negro, el marxiano oculta su verdadero rostro debajo de una capa de piel, pero se nota que no está cómodo en su cuerpo, se muestra tieso y sonríe poco. Toma su cuerpo de jóvenes PPCMUMP muertos de muerte natural, y como hay muy pocos y no tienen el sentido de la propiedad privada, suele compartirlo con otros dos o tres marxianos. Esta red solidaria es la que explica que la misma persona-marxiana esté en lugares inmensamente distantes y casi al mismo tiempo. Suele poner cara de que siempre está mirando más allá, porque está pensando desde su planeta (dejan allí el centro de comando cerebral), que es allá lejos, y encima le cuesta mucho entender el idioma humano.
A pesar de los prejuicios que rondan al marxiano, casi siempre es buen tipo. Su objetivo es que en la Tierra se haga la revolución, como seguramente se habrá hecho en su planeta, pero como no puede confesar su extraterrenalidad, dice cómo habría que hacerlo. No le perturban para nada las acusaciones de las PPCMUMP: “vos no hiciste ninguna revolución”, “en los setenta se fueron al mazo”, etc. Para él las revoluciones de la Tierra han sido y son absolutamente defectuosas, por lo que siempre apela a las que serán, aunque antes de que sean ya le va avisando a la gente las deformaciones que van a tener si no las conduce él.
No todos los amigos del marxiano son marxianos. Al contrario, el marxiano suele juntarse con marxistas y con hippies. Se junta con marxistas porque ellos son buenos traductores y pueden comprender la diferencia entre la realidad de la Tierra y la del planeta del que vienen los marxianos. Sin los marxistas que lo apuntalen, el marxiano se pierde en la neblina. Las razones por las que un marxiano se junta con los hippies son mucho más simples: los hippies aceptan siempre la diversidad y son tipos llenos de esperanza.
Apenas llega a la Tierra, el marxiano se infiltra en organizaciones de izquierda (preferentemente troskistas, pero no siempre) que a veces los identifican y no los dejan hablar en público, aunque siempre les asignan alguna que otra tarea porque los marxianos, a pesar de sus dificultades de adaptación en la Tierra, suelen ser tipos muy inteligentes y se saben de memoria casi todos los libros.
Si usted se encuentra con un marxiano, no lo discrimine, puede llegar a aprender muchas cosas.
La diferencia entre el marxiano y la marxiana es bastante grande. Las marxianas demuestran haber tenido procesos de adaptación mucho más efectivos. Se ha comprobado que ellas vienen de un planeta mucho más cercano, por lo que ven desde más acá y suelen pasar inadvertidas.
Deformaciones del término:

Hay un gran porcentaje de personas que, descreídas de la existencia ampliamente comprobada de la vida extraterrestre, creen que los marxianos son seres humanos comunes y corrientes. Tal confusión tiene consecuencias incalculables. La primera, y la más negativa de todas, es asignar la categoría de marxiano a todos los amigos del marxiano y no esforzarse por entender y escuchar aquello que esos hippies y marxistas le dicen. El efecto suele ser una profundización de la incomprensión de esas personas acerca de los hechos de la Tierra. Quien no cree en los extraterrestres y ve marxianos en todos los marxistas, está condenado, entonces, a la explotación en la Tierra y en el cielo.

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