Leia



Recientemente adquirida por Disney como parte del paquete Lucas Films, Leia es la única princesa a la que hemos visto ejerciendo realmente su princesitud. No se limita a perder/recuperar/disfrutar las ventajas de su posición, sino que guía a su pueblo y lidera la rebelión. Leia es la única princesa de Disney en ser una jefa de estado.  
Es una revolucionaria setentista, siempre en la vanguardia militar y de la moda. No existe peinado tan inconfundible como los famosos rodetones de Leia (véase pelo). No hay atuendo que haya alborotado a tantas generaciones de muchachitos como la célebre bikini dorada (véase tetas). 

La conocemos en una estereotípica situación de princesa, capturada por los malos y pidiendo ayuda, pero nos damos cuenta en seguida de que no es solamente una pobre damisela en apuros. En el peor momento, torturada por su padre aún desconocido, mantiene la compostura y los huevos de plomo (véase huevos/ovarios). 
Ni se le mueve un pelo, ni se le arruga la ropa, ni se le corre el maquillaje, como si sostuviera todo el look por pura fuerza de voluntad. 

Tratan de salvarla en la más improvisada de las expediciones un adolescente boludón que apenas si está aprendiendo quiénes son los malos y cómo dispararles, y un piloto banana demasiado preocupado por hacerse el malo. Entonces Leia caza un chumbo y toma el mando. "Alguien tiene que salvarnos", les dice. "Pedazos de nabos", piensa. 
Toma el mando y a Luke le viene bien, porque está a punto de perder al último padre-madre-tutor-o-encargado que le queda en ese momento, y todavía no le cazó la mano al asunto. 
Toma el mando y a Han le da por las pelotas, porque piensa que lo hace por su linaje y su posición. 
Pero no, ella lo hace porque las papas queman y ser una hermana melliza que se cree hija única no le impide ser, en el fondo, una hermana mayor. En la cancha se ven los pingos.
Será una Hermione espacial. Querrá con locura a los otros paparulos, será la más ruda, la más cabrona, y tendrá siempre razón. 

Sorteará con gracia el casi-incesto y terminará con Han Solo, lado a lado y siempre a las puteadas. Porque a Leia la impoluta se le aflojan las rodillas cuando ve que este camionero estelar es el único no retrocede cuando ella avanza. La princesa guerrillera descubre que un cowboy garpa infinitamente más que un Príncipe Azul. 

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