Wendy Darling


Suele decirse que Wendy es una hermana mayor que, devorada por ese rol, no puede parar de jugar a la casita. Que es mandona y ortiva. Dícese también que, como Nala, es de las que tratan de domesticarse un novio, transformarlo en un hombrecito como la gente. El resultado no puede sino ser monstruoso, como cuando Sabrina la bruja adolescente le hace un makeover a Adrian Grenier en Drive me crazy. ¿Puede un  chico raro con calzas verdes salir a buscar un apropiado empleo en un apropiado banco victoriano?

Pero Wendy también es un imán de chicos sin madre. Es cierto que se morfó el papel de hermana mayor, y ahora no puede parar. No sabe si le gusta cuidar a la gente, pero sabe que lo hace bien, y se siente útil. 
Todos los niños poco contenidos parecen oler su sentido hipertrofiado de la responsabilidad. Se le abalanzan: de pronto se ve rodeada por estos mocosos en pijamas, con su demanda de cariño, sus zalamerías, su despelote, que no hacen más que necesitarla. Wendy no puede con su genio, y antes de darse cuenta está preparando leches con Nesquick, acomodando cuellos de camisa, cosiendo botones y poniendo protector solar. Y aunque varias cosas (en especial la hostilidad de Campanita) le hacen pensar que está meando fuera del tarro, los pibitos sin padres le dicen que es linda y buena, y ella se marea, y apenas si se da cuenta de que los que quieren límites y contención son ellos. Son ellos quienes la retienen, la seducen, y la terminan haciendo laburar de mamá en vez de dejarla disfrutar de sus vacaciones
No es el deber lo que la impulsa a volver a casa, sino las ganas de volver a ser hija, y hacerse cuidar por mamá, papá, y la perra. Dice "ahora estoy lista para crecer", y eso no significa que ansíe ser adulta. Lo que quiere decir es que si no le queda otra va a hacerlo, pero de a poco, a su ritmo. Cuando sea el momento, va a tener dos o tres apropiados hijos victorianos, pero con un marido que le de bola y tal vez incluso una mascota que la ayude con los quehaceres del hogar. Nada de piratas, haditas, ni cocodrilos. 

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